
Por si ésto fuera poco, tampoco ayuda la eterna cara de palo de Jim Caviezel (¿Este muchacho sabrá poner otra cara algun día?). Y de John Hurt y su peluca mal puesta pues en fin... de risa.
Al menos Jack Huston cumple, Sophia Myles está preciosa y los pocos minutos que sale Ron Perlman junto a una solvente fotografía, son posiblemente lo mas interesante del film.
Pero no es suficiente, su irregularidad es patente y las miradas al reloj son continuas. Mal asunto.
Los efectos especiales... como decirlo, extraños. En algunas secuencias el mostruito de turno parece logrado, en otras se nota el ordenador en demasía. El acabado del film es bastante chapucero en general.
Para los muy adictos al fantástico... Eso sí, si tienes algo de sueño, olvídate.
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